26 DE DICIEMBRE DE 1982
En este Yuga, la destrucción llegará en un abrir y cerrar de ojos. Esta destrucción será tal que los que duermen se quedarán durmiendo; los que están de pie se quedarán de pie. El mundo entero se transformará así. En esta destrucción todo terminará; nada permanecerá igual.
Por lo tanto, debes dejar tu apego al mundo. Sólo la repetición del nombre de Dios te será útil; de lo contrario, es inútil. Los nombres de Dios son más poderosos que mil bombas atómicas y de hidrógeno. Ayúdate a ti mismo repitiendo el nombre del Señor.
Todos ustedes saben que el nombre de Dios es lo más elevado. ¿Por qué apegáis vuestras mentes a las cosas transitorias de este mundo? ¿Por qué no pasan su tiempo en la meditación y en la repetición del nombre del Señor?
Apégate a Dios. Sed valientes y seguid siempre adelante.
Habrá muchas montañas que cruzar, pero no te detengas hasta alcanzar la meta.
Sé fuerte y nunca te desanimes.